En la sociedad del Capital, el neoliberalismo ha transformado las distintas esferas de la vida. Algunas de estas transformaciones impactan, por un lado, en el mundo del trabajo, con mayor flexibilización, precarización del empleo e informalidad, por otro, se profundizaron procesos de financiarización de las sociedades, el uso de las herramientas económicas como modo de gobierno, la desposesión de derechos económicos, sociales, culturales, ambientales, el aumento de la criminalización de la pobreza y de la protesta social, entre otros fenómenos.
De algún modo, estas transformaciones en curso, expresan: a) diversas formas de desigualdades socioeconómicas a las cuales nos enfrentamos como sociedad y b) un creciente malestar con las consecuencias del modelo y búsquedas de alternativas de desarrollo de nuevas relaciones sociales. Los temas del núcleo se relacionan directa e indirectamente con los siguientes ámbitos: los procesos de trabajo y de valorización del capital, las políticas estatales de trabajo y empleo, las relaciones de trabajo y los dispositivos de control laboral, la acción sindical y la conflictividad laboral, las especificidades del trabajo en sus diversos contextos: organizaciones empresarias, empleo público, MiPyMEs, movimientos sociales, las condiciones de trabajo y sus efectos en los/las trabajadores/as, las subjetividades laborales, las identidades profesionales, los vínculos entre educación/formación y trabajo/empleo, las trayectorias profesionales, las relaciones entre trabajo, género y juventud, la historia del movimiento obrero y de las luchas sindicales, entre otras.
Teniendo en consideración lo anterior, la propuesta del núcleo se propone abordar críticamente solo algunos de estos fenómenos o ámbitos, poniendo en el centro el dialogo desde las diversas disciplinas, perspectivas teóricas y enfoques críticos que asumen cada uno de les integrantes del núcleo.
Docente Responsable: Lorena Pérez
En el país, al igual que a nivel mundial, existe un diagnóstico y consenso generalizado sobre la importancia de educar financieramente a la población y que se han realizado avances para responder a este desafío. Sin embargo, también es claro que los esfuerzos no han sido suficientes y que se requiere progresar en distintos ámbitos para mejorar los procesos de intervención. Por un lado, se hace necesario revisar los contenidos y metodologías que se utilizan para educar financieramente, a la luz de los avances que se evidencian a nivel internacional en términos conceptuales y de los estudios que reflexionan sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Al respecto, hasta la fecha en Chile se advierte una enseñanza de contenidos y procesos económicos desde una perspectiva más bien práctica, homogénea, masculinizante y brindada principalmente desde una mirada netamente económico- financiera. Si bien esto ha sido un aporte para mejorar los niveles de conocimiento y comprensión de ciertas materias, consideramos beneficioso incorporar una perspectiva crítica que permita avanzar efectivamente hacia el desarrollo de habilidades, competencias y comportamientos que se adecuen de mejor manera a las condiciones económicas diversas y las prácticas económicas de los hogares chilenos. Para para pensar modelos de Educación Financiera Critica se requiere favorecer procesos de intervención que permitan integrar nuevos enfoques y metodología a las formas en que tradicionalmente se entiende la Educación Financiera.
Este proyecto de núcleo se desarrollará en tres momentos, primero se desarrollará una capacitación en modelo de educación financiera y metodologías de formación de adultos. Luego, viene la fase de investigación diagnóstica, en el que se buscará que buscará generar aprendizajes conceptuales y metodológicos para el abordaje de las finanzas desde una perspectiva crítica y feminista, situado en los contextos de estudio. Luego, en un segundo semestre, desarrollaremos recursos pedagógicos y/o intervenciones localizadas en los contextos de estudio.
Este proyecto se sitúa desde una coordinación entre instituciones gubernamentales INJUV; FOSIS y MINEDUC y el Núcleo Relaciones Socioeconómicas y Luchas Sociales. Este proyecto nace de la inquietud por generar espacios de educación financiera transformadora. Además, se articula con la línea de extensión en Educación Financiera Critica desarrollada desde el Departamento de Trabajo Social.
Docentes responsables: Gonzalo Durán y Paula Vidal.
En Chile existen más de 12.000 organizaciones sindicales (DIRTRAB, 2022). Sin embargo, ello no se traduce en una participación sindical efectiva. Apenas el 13% de la clase trabajadora negocia colectivamente sus condiciones salariales y de trabajo (Durán, 2022). Esto significa que la mayoría de las y los trabajadores no se encuentran sindicalizados y, quienes sí lo están, lo hacen de forma atomizada y fragmentada, en miles de sindicatos pequeños y de corta vida, que compiten unos con otros. Durante el período de la Unidad Popular, pero también de forma previa las trabajadoras sociales tuvieron una participación activa, fortaleciendo la acción sindical a través de investigación y otras estrategias de intervención, en el marco del proceso de reconceptualización vivido en la profesión tanto en Chile como en América Latina. La ausencia de negociación colectiva, así como la presencia acotada y fragmentada de la misma, tiene consecuencias directas en la sociedad. En el modo de producción capitalista, los límites de la ganancia empresarial, la cuantía del valor de la fuerza de trabajo, la jornada de trabajo y su especificidad, son cuestiones que se resuelven de acuerdo a “los respectivos poderes los combatientes” (Marx, 1969). De este modo, el ataque a los sindicatos ha sido uno de los primeros elementos en manos del Capital para intervenir a favor de su propia acumulación. En el caso chileno ello se cristalizó en el llamado Plan Laboral de 1979 que impactó todas esferas de la economía y los derechos sociales. Los pilares de dicho plan siguen vigentes en la actualidad.
En enfoque de nuestro proyecto es Marxista poniendo el énfasis en las contradicciones del Capital y las expresiones de la Cuestión Social, trayendo las categorías de: Sobrepoblación Relativa, Plusvalía, Plusvalía Absoluta, Plusvalía Relativa, Capital, Clase, Tasa de Ganancia, Totalidad, Historicidad. Para los estudios se aplicará una metodología mixta: cualitativa y cuantitativa y de historia social.
Este núcleo rompe con la idea de que la investigación y la intervención son ámbitos separados. Consideramos que en la intervención está implicada la generación de estudios y/o investigaciones acotadas a partir de problemas situados para organizaciones concretas. Se entregarán estos insumos a las organizaciones para que puedan ser utilizados en la toma de decisiones respecto a acciones concretas a implementar en el corto, mediano y largo plazo.
Este proyecto se sitúa desde una coordinación entre la Dirección de estudios de PRODEMU y el Núcleo Relaciones Socioeconómicas y Luchas Sociales. Este proyecto nace de la inquietud por generar espacios de educación financiera, en tanto, se reconoce la profundización de las finanzas en los procesos de reproducción social y las dependencias económicas que muchas mujeres tienen de los procesos financieros. Se plantea como una oportunidad de pensar críticamente la intervención en educación financiera, para transitar de modelos hegemónicos de entender las finanzas hacia modelos plurales que reconozcan los saberes y prácticas económicas de las mujeres y favorezcan procesos de transformación social. Además se articula con la iniciativa “Sello PRODEMU”, instancia que tiene un componente de educación financiera de las participantes.
Gran parte del abastecimiento de alimentos de la Región Metropolitana, se sustenta en la producción de pequeños/as agricultores/as de la Provincia de Melipilla y alrededores,, actualmente cuentan con una escasa vinculación con el sector público y baja asociatividad interna, desarrollando sus prácticas en base a estrategias y la utilización de productos ofertados por el mercado agrícola nacional, el cuál ha sido permeado durante las últimas décadas por técnicas agroindustriales que se basan en la utilización de agroquímicos altamente nocivos para la salud de trabajadores y trabajadoras rurales, para la población que consume estos alimentos, y para el ecosistema en su totalidad. Así, se ha identificado que “en Chile hay 405 principios activos plaguicidas, de los cuales 103 son altamente peligrosos para la salud humana y 45 de ellos no cuentan con permisos para su uso en la Unión Europea” (Asociación Butalebu, 2022), además del consumo de fertilizantes minerales químicos que degradan cada vez más los suelos disponibles para la agricultura, de alto valor comercial, que ponen en riesgo la seguridad de la producción alimentaria y económica de la región. En base a esto, se ha identificado la necesidad de realizar un programa de apoyo a la pequeña agricultura de la RM para una transición socioecológica justa, que contemple prácticas regenerativas de agricultura orgánica, tales como la producción de fertilizantes y bio plaguicidas a nivel local a partir de los residuos generados por las ferias libres desde una lógica de economía circular, sostenible, y tendiente a la soberanía alimentaria de la población. Específicamente las brechas que se busca abordar mediante esta iniciativa son las siguientes: 1. Acceso a tecnologías de fertilización de cultivos orgánicos no contaminantes que promuevan la sustentabilidad ambiental en la producción agrícola para pequeños productores. 2. Estrategias de control de plagas con soluciones basadas en la naturaleza, que permitan responder a emergencias fitosanitarias. 3. Insuficiente oferta de productos orgánicos en mercados de consumo popular como base de una alimentación saludable, libre de contaminantes. 4. Alta dependencia externa y vulnerabilidad económica en la provisión de insumos claves para la producción agraria. El abordaje de las brechas descritas, requiere de transformaciones profundas que van más allá del conocimiento técnico para superarlas, el que si bien es necesario, debe ser trabajado en forma conjunta con el tejido social que sustente la articulación de nuevas prácticas asociativas, la puesta en valor de la agricultura orgánica, y la vinculación estratégica con los distintos actores de la economía local que comercializa estos productos. Los componentes que ha planteado trabajar la Asociación Butalebu en el marco de este programa, son: ● Implementación de un modelo de transición y reemplazo de uso de agroquímicos contaminantes en la producción de pequeños agricultores. ● Implementación de cadenas de reutilización de residuos de pequeños productores y circulación de derivados de alto valor agregado. ● Implementación de buenas prácticas de asociatividad y puesta en valor de la transición socioecológica justa del sector de pequeños productores. A partir de lo anterior, se propone desarrollar un trabajo conjunto dentro del componente “Implementación de Buenas prácticas de asociatividad y puesta en valor de la transición socio ecológica justa del sector de pequeños productores”, específicamente a través de las siguientes dimensiones solicitadas por la Asociación Butalebu: ● Caracterización de la población de estudio. ● Identificación de actores relevantes para la pequeña agricultura de la Región Metropolitana. ● Estudios Etnográficos referentes a las prácticas de trabajo y vinculación con el territorio de productores y productoras.